No creas inmediatamente en tu identificador de llamadas ni en la línea de dirección del correo electrónico. Estos son fáciles de falsear para los estafadores. Si algo te parece sospechoso, probablemente lo sea. Siempre debes llamar a un número confiable y prepublicado para verificar una solicitud inesperada, especialmente si es urgente.
¿Cómo puedes protegerte?
- Haz del reporte de fraude una parte de la cultura de tu empresa. Educa a tu personal sobre todo lo relacionado con la ciberseguridad. Recuerda las mejores prácticas y fomenta que informen cualquier señal de alerta.
- Implementa políticas empresariales específicas y completas contra el fraude, soborno y corrupción. Implementa estas políticas y aplica las consecuencias cuando un empleado incumpla el acuerdo, para asegurarte de que el mensaje quede claro: que estas cuestiones las tomas muy en serio.
- Realiza auditorías e inspecciones sorpresa de manera regular. Los controles periódicos pueden ayudarte a detectar conductas fraudulentas y a mitigar los daños de inmediato.
- Ten un plan de respuesta: prepárate para todas las situaciones que puedas imaginar e investiga aquellas que no puedas prever. Después, desarrolla un plan que aborde la gravedad de cada incidente en particular. Pregunta cosas como: en esta situación, ¿notificas a los empleados? ¿Informas a los clientes y de qué manera? ¿Cómo restaurarás tus datos? Cada escenario real será diferente, pero al tener un plan y practicarlo, podrás reducir las pérdidas.
- Mantén siempre un informe detallado de tu inventario y de las actividades financieras, para que sepas con seguridad si es que hay una pérdida injustificada.
- Trabaja con organizaciones confiables y seguras, especialmente en lo que respecta al objetivo número uno de los estafadores: tu dinero.